Hogar dulce hogar [libre]

Volvi a casa despues de un largo dia de cazeria; Tanya, Carmen y Eleazar no se encontraban ahi, algo extraño pues no habian mencionado nada acerca de su ausencia. Aun asi no le di importancia, encendi las luces de cada habitacion y finalmente entre en el cuarto de la television.
Me tumbe en el sofa que habia justo enfrente, puse una pelicula y me dispuce a verla. Mientras en la pantalla los actores comenzaban a aparecer, escuche el leve sonido de pisadas afuera de la casa y el timbre sonar; me levante de un salto y llegue rapidamente a la entrada principal, abriendo la puerta sin preguntar quien era.

Logre dar con el hogar de aquella dulce chica que borro el mundo para mis ojos aquel dia en el bosque, sin pensar demasiado y siguiendo un instinto fui rapidamente hasta su puerta (Nunca pense que fuese a vivir tan lejos pero siempre que tengo una corazonada prefiero seguirla, no me interesa el dinero si lo que siento es real, por eso dejé mis asuntos en Forks para mas tarde). Con dudas, muchos nervios y desesperación toque a la puerta de aquella casa en medio de un ambiente tan helado en medio de Alaska. Al abrirse la puerta ahí estaba ella imprecionantemente bella tanto que mis ojos se derretian de su resplendor reflejado en la nieve.
-Hola.. disculpame que caiga así en tu hogar tan inesperadamente pero llamaste mi atención al verte en Forks, quizas te suene un poco estupido pero deberias saber que vine hasta aquí solamente con la esperanza de conocerte.- Sín saber como entablar una conversación, con una voz titubeante y nerviosa

Quede algo sorprendida al mirar quien estaba del otro lado de la puerta, no entendia que podia hacer ese chico en este helado lugar, mi hogar.
-Hola- dije recargandome en el marco de la puerta.
El chico se veia algo nervioso asi que me limite a esbozar una sonrisa y dejarlo hablar, sus palabras se convertian en susurros, pero con mi delicado oido podia escuchar todo perfectamente. Me quede atonita ante lo que decia.
-Ehm me es muy dulce de tu parte- le agradeci- te gustaria pasar?- lo invite para que no se congelara ahi.

Me autocritiqué y me valore como un estupido por hacer semejante viaje por una chica pero el amor nos vuelve de esa forma y no habia vuelta atras y, creo que ella ya lo habia notado por la forma en la que reaccionó, y accedí a ingresar a su hogar con muchas dudas la cual la mayor fue saber porqué vivía en un lugar tan recondito como Alaska? Hice una presentación breve de mi nombre, edad y procedencia (historia generalizada de mi persona en sí). Me desvié un poco mientras contaba sobre mi persona para admirar el hogar de ella. Para no ser aburrido e ir al grano de la visita pregunté:
-A todo esto, no me has dicho tu nombre aún. No entiendo como una bella mujer como tu viviera en un lugar tan inospito como Alaska y noto que vives sola o por lo menos es lo que puedo apreciar a simple vista.- Pregunte de forma indirecta a la interrogativa principal en discordia.
Frotaba mis manos ante semejante frío en estas tierras heladas mientras decía estas palabras con un apuro sentimental enorme que se podría denominar como desesperación amorosa o busqueda de cariño por la ausencia de personas con la quien contactarme, en mi caso con mis padres.
-Si no te es inoportuno me gustaria que me pudieras visitar en Port Angels cercano a Forks para mantener contacto ya que mis límites economicos no son muy extensos, o por lo menos una ves que nos conozcamos. Tengo toda la semana de estadía aquí en una posada Husky por lo que aun no me marcho- proseguí asincerandome y sin dejar espacio para que responda a la previa pregunta saltandome todo un contexto social de habla.

Preste atencion a su presentacion, mientras pasabamos a la sala de huespedes, note como miraba su alrededor admirando cada pieza de utileria que habia, de pronto fijo su vista en mi y yo lo mire por un segundo sorprendida de sus inesperadas preguntas.
Entreabri levemente los labios para contestar, pero interrumpio lo que estaba a punto de decir, a la vez que se frotaba las manos para entrar en calor.
-Me gustaria visitarte, tal vez lo haga durante alguna de mis visitas a Forks, tendre tiempo de sobra y podre pasar por ahi un par de veces- dije y luego solte una leve risilla- contestando tu primera pregunta... Kate, mi nombre es Kate; no vivo sola, tambien es el hogar de mis hermanos y elegimos este lugar porque somos...- me detuve y corregi lo que estaba a punto de decir-...amantes de la nieve y nuestros empleos requieren de este clima.

Extraño fue esa pausa entre palabras y fruncí el ceño por un momento.
-¿Y a que se dedican, doma de perros, fotografia..?- Pregunte mientras me reia internamente, no conocia muchas carreras o trabajos que sea necesario vivir en semejante clima helado y aún seguía con la duda de su pausa, debe de ser porla falta de confianza con un completo extraño y sentía que sus palabras, nose si todas, eran mentiras pero proseguí sin dar caso al hecho.
-Me resulta un poco incomodo venir de esta manera a tu hogar en la otra punta del mundo..- Haciendo una mueca y desviando la mirada.
-¿Te parecería adecuado ir por un café? Vi una posada en el pueblo y me pareció bastante acojedora, allí podremos hablar tranquilos. Yo invito. Abrigate bien y vallamos, tenme confianza por mas que sea un extraño nada te va a pasar estando junto a mi.- Totalmente extasiado con ella y mirandola directamente a los ojos con inclinación hacia la puerta principal y las manos en los bolsillos como simple prueba de mi nerviosismo, me sentía ridículo de solo estar allí por un impulso sentimental y mi apuro en la conversación era increible, no habia manera de frenar. Hice una pausa para esperar su respuesta y ver que me deparaba el destino.

Mis palabras hacian que desconfiara de mi, lo sabia por su expresion, pero aun asi me mantuve tranquila para no levantar mas sospechas de las necesarias.
-Somos instructores de esqui y...cazadadores- explique intentando no parecer una mentirosa, aunque en realidad no estaba mintiendo del todo.
Con forme pasaba el tiempo el se sentia cada vez mas incomodo, intentaba escusarse de que era por mi hogar sabia que tambien lo estaba por mi simple presencia.
-Hmm- medite un segundo despues de hacerme su invitacion, quiza era un extraño, pero algo dentro de mi me decia que debia de darle una oportunidad- esta bien, acepto tu invitacion; ire contigo a la posada solo dame un segundo para tomar mi abrigo- lo que dije sobre el segundo era literal pero para no asustarlo tarde un minuto en estar lista; deje una nota, y con abrigo demasiado ligero lo espere en la puerta principal para salir un momento de aquel lugar.

Tipico de mi nerviosismo, empecé a mirar el celular mientras ella tomaba su abrigo para retirarnos disimulando leer mensajes de texto para hacer tiempo. El frio se filtraba por las ventanas pero el calor de algo excitante a por venir me mantenia en temperatura para la ocación. -"Raro que una mujer haga caza, y mas en estos ambientes que no hay animales pequeños. Debe de ser una chica ruda y dominante"- pense internamente reflexionando la conversación, sin darme cuenta ella ya estaba lista a la espera en la puerta dispuesta a marcharnos.
-Podemos ir caminando, no creo que sea necesario ir de otra forma, dejaré mi vehiculo aquí para la vuelta.- Aclarando que nos iriamos a congelar si fueremos en mi vehiculo alquilado y estaba demasiado cerca el lugar de destino. Salimos los dos juntos y le dirijí una sonrisa oportuna al alejarnos de la casa mirandola fijamente al caminar como si estuviera poseido. Notaba algo raro en ella como si fuese "diferente" a las demas y quiza sea un sentimiento que desperto por mi al conocerla y recibir semejante aceptación o algo mas..
Al llegar al lugar me apresuré a ser cortez y esperé a que se sentara primero ella con ayuda mia para alcanzarle el asiento mientras se inclinaba.
-Y bueno Kate ¿Cuantos años tienes? Pareces bastante joven o por lo menos a comparación mia. ¿Siempre fuiste dependiente propia y conviviste con tus hermanos?¿Donde estan tus padres? Debe ser duro mantenerse a una misma con sus hermanos.- Pregunté mientras alzaba mi mano para llamar al mesero para pedirle 2 cafés.

Acepte ir a pie. Sentia su mirada clavada en mi mientras caminabamos, algo que me ocurria continuamente cada vez que salia, aun asi fingi no notarlo y segui caminando a travez de la nieve sin sentir el frio sobre mi piel.
En aquella acogedora posada habian muy pocas personas, pero cuando entramos todas dirigieron la vista hacia nosotros, obviamente por mi. Ignoraba todos los alagos que me hacian y que nadie mas podria haber escuchado. Agradeci la cortecia que tenia hacia mi dedicandole una centellante sonrisa.
Me rei entre dientes ante su ataque de preguntas.
-Tengo diecinueve años-respondi de inmediato-he vivido con mis hermanos desde que tengo memoria- vacile durante un momento -aprendimos a no depender de nadie desde que mi madre fallecio.